Nos gastamos más de la mitad de la vida, buscando a alguien que se parezca tanto a nosotros, para llevárnoslo a la casa y podamos emprender una aventura sentimental, pero siempre decimos: -"Tiene que ser igual a mi"...Como si fuésemos la gran cosa.
De repente, lo que sucede, es que luego de un largo tiempo de conseguir a una persona así, uno descubre que esa persona sale del cuarto, asoma su cabeza y dice "noche" y uno contesta "día", solo porque sí, uno dice "blanco", ella contesta "negro", a uno le gusta "parrandear", al otro "quedarse en casa".
Es ahí cuando uno comienza a cometer errores, evitar a la persona, largarse del lugar, uno se fija atrás, y se supone que la persona debía estar detrás de nosotros, pero no se largo antes que nosotros... Justo ahí es cuando comienza la búsqueda de una nueva mujer/hombre para nuestra vida, uno que se parezca mucho a nosotros mismos, una a la que le guste "quedarse en casa", justo cuando encuentro a ese hombre que le gusta quedarse en casa, él consigue a esa mujer que le gusta "parrandear o salir de fiesta", cada uno emprende su nuevo camino con las personas que tanto anhelaban...
Pasa que justo un día esporádico digo "hoy quiero ir al cine a ver una película", y él contesta: "eso mismo era lo que estaba pensando”, camino al cine escogiendo la película digo: "la película romántica es la que me agrada", él contesta: "Justo era esa la que quería ver"...Entonces todo se convierte en algo tan maravilloso, tan organizado y tan perfecto, que me bastaron con 14 días, para aburrirme totalmente de aquel hombre, mientras por el otro lado, el hombre que se fue con la mujer que le gustaba parrandear, repetía la misma historia, solo que él aguanto un poco más que yo, duro 15 días con ella, al día número 16 hubo una llamada telefónica de ese hombre, aquel que era increíblemente diferente a mi, nos citamos en un café, charlamos por un rato, luego de unos minutos llegamos a la increíble conclusión que para ser amigos se deben ser personas bastante parecidas, pero para amarse se debe ser completamente diferente uno del otro...
Y si, aclaro puede que no a muchos les agrade esto, pero en sí, la persona que buscamos no es nuestro complemento, es ese algo que nos faltaba, y si pues sí, es cierto, no se puede dejar de lado que debemos tener algunas cosas en común, pero que tal que la mayoría de las veces los opuestos suelen calzar perfectamente solo es cuestión de entenderse y compartir, y no del hecho de buscar en alguien todo lo que tenemos para finalizar enamorándonos de nosotros mismos...Eso es lo lindo de las relaciones, los momentos de espontaneidad, que a la persona que elegimos sea capaz de sorprendernos, porque ciertamente no piensa igual que nosotros...
Debemos aprender a salir de nuestro espacio de confort, porque si justo nos quedamos ahí, puede que nunca descubramos lo maravilloso de la vida, el vivir el momento, disfrutar de los instantes, de lo inesperado
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