Nos habíamos separado de los demás por que necesitábamos hablar a solas,sin nadie.
Caminábamos de la mano, cuando, de pronto, él se puso delante de mi cogiéndome de la cintura.
-Mira, yo sé que la primera semana que empezamos a salir tu todavía sentías algo por tu sabes quién y que la segunda puede que también pero...
Entonces lo interrumpí, que no, que yo solo lo quería a él y a nadie más.
Esta vez fue él quién me interrumpió a mi.
-Está bien, solo era un ejemplo, pero quiero que sepas que aunque todavía pienses en él, yo te quiero y voy a luchar por ser el único.
Él me mira con esos ojos en los que me perdía, mientras tanto yo no me había acostumbrado a que alguien a quién yo quería tanto sintiese lo mismo por mi. Así que solo fui capaz de que mis ojos se inundaran y una sonrisa estuviese presente en mi rostro.
-Me quieres- dije susurrando y con.un nudo en la garganta. Le cogí la cara y lo besé, como si ese beso fuese él último.
No quería que la noche terminara.
Me dolían las manos del frío y tenía la nariz congelada, pero me daba igual por que sabía que cuando la noche terminara él no estaría al día siguiente.
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