¿Qué buscas cuando miras hacia delante? Ahí es cuando me doy cuenta que me gustan las mañanas en las que el mundo empieza despacito. Te levantas das el primer sorbo a esa taza de café que espera por vos, luego con ojitos felices y una sonrisa completa... Ahí es cuando comienza el día, sin prisas, sin estrés, solo con cosas positivas que llegan a tu cabeza...
Pero entre esa cita que tengo con mi café mañanero, mi cabeza comienza a mil por hora a deducir muchas cosas, a pensar más de la cuenta, me miro en el espejo y pienso que estar bien, verse bien y ser feliz son cosas muy distintas...
Y lo único que he hecho con el pasar del tiempo es guardarme como un libro, esperando a que alguien se interese por este contenido y venga a buscarme, me desempolve, me lea, me conserve...Un libro que en su prólogo lo único que esta escrito es un "Bienvenido, póngase cómodo que lo he estado esperando."
Aquí es cuando te digo a vos la hoja en blanco si no es escrita no es sensual. Vos decidís que leer, que escribir, que borrar, y que querer de este libro. Y es que a estas horas el corazón va más rápido.
Salí al balcón y tomé dos tazas de café, el corazón no se me
aceleró esta vez, todo estuvo tranquilo. ¿Tu recuerdo esta hecho de
cafeína? ¿Será el cacao de tus ojos?… Juntos resultaron ser más
efectivos que el café caliente que me tomo mientras mi mente viaja y te
recorre de la cabeza a los pies. Sonrió entre dientes y doy otro sorbo…
Me gustas tanto, eres tan difícil, es como caer en esa manía tan mía de
desenrredar un hilo hecho nudos y obtener placer cuando al fin lo
desato.
Y verte me acelera el corazón, esta taquicardia leve que me da nomás de
pronunciar tu nombre. Estas hecho de café amor, de café caliente y
dulce, un café que hasta frío sabe bueno. No me importaría morir por una
sobredosis tuya. Dos sorbos más y una mirada perdida. Pensarte en
blanco y negro… Y esta noche que avanza y la acompaña la lluvia, que trae tantos recuerdos a mi
cabeza. Hasta tu nombre me sabe a café… ¿Puedo tomarlo para acompañar
mi noche?…
