Siguiendo con la
historia de An, vaya aún no podía creer como An se ilusionaba con un hombre,
uno que no conocía, más allá que por mensajes, teniendo a un tipo guapísimo a
su lado, si y reitero el guapísimo porque lo conocí, y lo digo porque hoy en
día una belleza física como la de ese hombre escasea, An tenía a su lado a un
hombre que le ofrecía cariño, y ella solo tenía mente para el hombre que estaba
al otro lado de la pantalla, no el que estaba sentado junto a ella en el sillón…An
me contaba que un día mientras besaba llamémosle Ándres(el apuesto y perfecto
hombre) el hombre era increíble en la cuestión del beso, ella pensaba en
Daniel(su amigo de mensajes) ella se imaginaba el rostro de Daniel frente al
suyo, como sería si fuese él quién la besará, si fuese él quién estuviese ahí,
como sería sentirlo cerca de ella, un roce de sus manos, como la miraría, como
sería su voz, su sonrisa al ella decir algo tonto…Pero justo era Ándres quién
estaba frente a ella, hasta que llego al punto de él decir Te Quiero, An sabía
que no podría corresponderle con ese sentimiento ni en ese momento, ni mañana,
nunca, An solo supo responder algo como: Querido Ándres, no puedo decir yo
también te quiero, sería mentirte, no tengo permitido quererte, y estoy segura
que nunca lo haré, me interesas, me importas, pero no, no te quiero, espero lo
comprendas…
Vaya que dudo que
alguien tome esto bien, pero Ándres era encantador, simplemente beso la frente
de An, sonrió, y dijo si, habíamos prometido no sentir nada uno por el otro,
para no complicar las cosas, pero te quiero, y eso no lo puedo cambiar, puede
que algún momento me quieras, y dejemos este juego, no tengo prisa, solo quería
que lo supieras, necesitaba confesártelo. Ambos sonrieron y siguieron abrazados, An luego de esto aún
pensaba más en Daniel, se despidió de Ándres, como siempre solía hacerlo, un
beso, un abrazo, y luego Ándres besaba la frente de An y se marchaba…Esa noche recibió
un mensaje de Daniel, su dulce buenas noches, acordaron una cita para la semana
siguiente…
Con An lo que sucedía
es que solía enamorarse, y lo entregaba todo, pero su pasada relación la había dejado
marcada, llena de miedos, e inseguridades, para An todos los hombres eran
iguales, no quería volver a pasar por lo de antes, ilusionarse, amar, perder, entregarse,
para que si nadie valoraba esto, no hoy en día…An tan segura de su frase “todos
los hombres están cortados con la misma tijera” tuvo que borrarla al aparecer
Daniel, Daniel vino a cambiar en ella todo lo que había muerto, todo lo que había
olvidado, un sujeto extraño, con sus palabras hizo que el corazón de An latiera
nuevamente…
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